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“El proyecto inició con el propósito de formar personas que no tenían que ser profesionales pero que con un curso bien estructurado podrían aprender a cuidar y a acompañar a esas personas en sus hogares bajo la supervisión de un profesional de la salud o de un familiar bien capacitado”.

El programa fue integrado por profesores con experiencia en el cuidado o la enseñanza de la atención de los adultos mayores sanos o enfermos, el cual es avalado por la División de Extensión de la Universidad de Zulia, en Maracaibo Venezuela.

En Celaya se empezó a capacitar a un primer grupo de personas de la localidad y procedentes de otros estados como Durango, Michoacán, Tamaulipas, Tabasco, entre otros, que a su vez replicarán el programa en sus lugares de origen.

Marialcira Quintero señaló que un cuidador informal será capaz de auxiliar al adulto mayor en sus necesidades básicas.

“Que la persona se mantenga segura, sin caídas, atragantamiento, envenenamientos, que no se asfixie, que coma los nutrientes que son requeridos, que le administre los medicamentos que el médico ordena en forma segura y en forma oportuna, que pueda mantener la higiene del adulto, que lo mantenga limpio, arreglado, que sea capaz de entender cuándo una situación deja de ser normal y se convierte en anormal.

“Además que sea capaz de ayudar a la familia a minimizar el efecto negativo que usualmente tiene un enfermo sobre todo si es un enfermo postrado, demente o muy demandante que a veces se crean en la familia situaciones muy complicadas”.

Los cuidadores pueden ser familiares del adulto mayor o personas con vocación de servicio.

“México es un país demográficamente viejo, es decir que el 10 por ciento de su población tiene más de 60 años, eso quiere decir que México va a necesitar de muchas personas profesionales y no profesionales que cuiden adultos mayores. Esperamos que la mayoría de esos adultos mayores estén en sus casas”.

Para la especialista no se requieren de más asilos sino de que los adultos mayores puedan sentirse valorados e integrados a sus familias, pero a la vez como personas independientes, sanas y bien cuidadas.